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El SuEñO De NuKa

Un poco de reflexión...

Un poco de reflexión...

Es mentira que sepa lo que quiero...que cante por cantar... ...que sea mejor torero con toros de verdad... ...que no tenga ambiciones...que crezca mi nariz... ...que escribo las canciones de amor pensando en tí. Te digo que es mentira que fui ladrón de bancos... ...que no lo vuelva a ser...que nos quisimos tanto, parece que fue ayer. Te juro que es mentira los Reyes son los padres... ...que ha muerto el rocanrol... ...que sepan a vinagre los besos sin amor. Para mentiras las de la realidad, promete todo pero nada te da, yo nunca te mentí más que por verte reir. Menos piadosas que las del corazón son las mentiras de la diosa razón, yo sólo te conté media verdad al revés, que no es igual que media mentira... ...que no tenga enemigos...que no tengan razón... ...que acepte que el ombligo del mundo no soy yo... ...que no te haya mentido...que no te mienta más... ...que un bulo repetido merezca ser verdad. Es una gran mentira que mientan los boleros; non è vero que nos dieran las diez... ...que sea un caballero cuando nadie me ve. Repito que es mentira el cristal con que me miras... ...que dude de dudar...que más de cien mentiras no digan la verdad. Mejor que yo miente la necesidad; sabe de sobra cómo hacerte llorar; mi crimen fue vestir de azul al príncipe gris. Mira las piernas de la desolación, llevan las medias que rompió la pasión; yo sólo canto el blues del que perdió el autobús. Los sueños dicen la verdad, corazón; dímelo todo, miénteme, por favor; yo sólo pretendí comer reina con alfil. Pídele cuentas a la pura verdad que no se pringa, que no tiene piedad; yo sólo me colgué medallas que no gané...

En la posada del fracaso,donde no hay consuelo ni ascensor,
el desamparo y la humedad comparten colchón
y cuando, por la calle,pasa la vida, como un huracán,
el hombre del traje gris saca un sucio calendario del
bolsillo y grita ¿quién me ha robado el mes de abril?
¿Pero cómo pudo sucederme a mí? ¿Quién me ha robado el mes de abril?
Lo guardaba en el cajón donde guardo el corazón.
La chica de BUP casi todas las asignaturas suspendió
el curso en que preñada aquel chaval la dejó y cuando en la pizarra
pasa lista en profe de latín lágrimas de desamor
ruedan por la página de un bloc y en él escribe
¿quién me ha robado el mes de abril? ¿Cómo pudo sucederme a mí?
¿Pero quién me ha robado el mes de abril?
Lo guardaba en el cajón donde guardo el corazón.
El marido de mi madre que en el último tren se largó
con una peluquera veinte años menor
y cuando exiben esas risas de Instamatic en París,
derrotada en el sillón, se marchita viendo Falcon Crest
mi vieja y piensa ¿quién me ha robado el mes de abril?
¿Cómo pudo sucederme a mí? ¿Pero quién me ha robado el mes de abril?
Lo guardaba en el cajón, donde guardo el corazón.

Yo no quiero un amor civilizado, con recibos y escena del sofá; yo no quiero que viajes al pasado y vuelvas del mercado con ganas de llorar.

Yo no quiero vecínas con pucheros; yo no quiero sembrar ni compartir; yo no quiero catorce de febrero ni cumpleaños feliz.

Yo no quiero cargar con tus maletas; yo no quiero que elijas mi champú; yo no quiero mudarme de planeta, cortarme la coleta, brindar a tu salud.

Yo no quiero domingos por la tarde; yo no quiero columpio en el jardin; lo que yo quiero, corazón cobarde, es que mueras por mí.

Y morirme contigo si te matas y matarme contigo si te mueres porque el amor cuando no muere mata porque amores que matan nunca mueren.

Yo no quiero juntar para mañana, no me pidas llegar a fin de mes; yo no quiero comerme una manzanados veces por semana sin ganas de comer.

Yo no quiero calor de invernadero; yo no quiero besar tu cicatriz; yo no quiero París con aguacero ni Venecia sin tí.

No me esperes a las doce en el juzgado; no me digas “volvamos a empezar”; yo no quiero ni libre ni ocupado, ni carne ni pecado, ni orgullo ni piedad.

Yo no quiero saber por qué lo hiciste; yo no quiero contigo ni sin ti; lo que yo quiero, muchacha de ojos tristes, es que mueras por mí.

Y morirme contigo si te matas y matarme contigo si te mueres porque el amor cuando no muere mata porque amores que matan nunca mueren.

 

 

 

 

Son casi las 6 como cada mañana y la cabeza me da vueltas de campana. La vida huele a serrin y a sueldo de camarero y las demás blasfemias me las dejo en el tintero. Y desafina un nido de ruiseñores, pero tu tranquila, ya vendrán tiempos peores. Y se deshace la cuartada de la noche, señor juez; y lloran las recién casadas condenadas a saber, y en callejones sin salida se suicida un acordeón. Y la mecánica del rocanrol del despertador llamando a cumplir la ley, y yo poniéndome el jersey con ganas de perder el tren de las 6 de la mañana
(no pienso levantarme esta semana).

Ding-dong, las seis de la mañana; (el astro rey nos ha salido rana).

Otro domingo y otro lunes más que agoniza, y otro martes y otro miércoles de ceniza;
así que si te cruzas, guapa, por mi camino no pises mis zapatos de gamuza azul marino.

Y las ovejas descarriadas trasquiladas al redil; y el virus de la madrugada corta como un bisturí;
y en hospitales sin memoria escayolan un corazón en el quirófano del rocanrol del despertador
llamando a cumplir la ley, y yo quitándome el jersey
sin demasiadas ganas de vivir a las 6 de la mañana (no pienso levantarme esta semana).

Malditas 6 de la mañana (el astro rey nos ha salido rana).
Padre nuestro que estás en los hoteles de paso, en las ojeras, en las sabanas y en los vasos.
Son las 6 y nunca de la mañana: cuando se pican los que ya no tienen nada que rascar y se desvelan los que lo han soñado casi todo ya
y las ovejas descarriadas trasquiladas al redil
y el beso de la madrugada escuece como un bisturí
y los carteros sólo dejan propaganda en el buzón
y los políticos estrenan la sonrisa de almidón y se desdice la coartada de la noche, señor juez
y las esposas engañadas se acostumbran a perder y el sol cobarde de las tardes tarda siglos en morir
y los semáforos al rojo mal de ojo de Madrid y se afeitan los que nunca tienen nada que soñar.

 


Hoy me he levantado con el pie contrario: demasiada sangre en el telediario, una sola carta tengo en el buzón, la remite mi banco,

Me dice que no; mi mujer se ha largado con un abogado que le paga los vicios, “Que te gana los juicios”.
Y tú, ¿de qué vas? ¿a quién le llamas viejo?, le digo al capullo de detrás del espejo; yo soy un tipo duro con voluntad de hierro que sale a la calle provocando al futuro.
Y piso en la acera una cagada de perro, y llego al trabajo pelín tarde y, el baranda, con una patada en el culo me manda al carajo.
Y dice el coro: “M’alegro, P’alante
La cola del paro no es para cantantes”.
Así que me dirijo a la consulta del foniatra que me dice que nunca seré Frank Sinatra.
Y salgo vencido otra vez a la noche y la puta grúa se ha llevado mi coche; para celebrarlo me pido otra copa y una coleguita vomita en mi ropa; y llueve, y un taxi que parece un barco me arrolla y me deja sentado en un charco.
Y a trancas y barrancas llego hasta el casino a tentar al destino en forma de ruleta y el destino me lo paga dejándome en bragas apestando a vino y con catorce pesetas.
Y viendo que el planeta me tiene en jaque mate decido montármelo solito en el váter y, mientras me alivio de aquella manera, me cojo tremendo pellizco en un huevo con el cierre nuevo de la cremallera, y noto de pronto unas molestas cosquillas desde la bragueta hasta la coronilla: ¡y descubro que tengo ladillas! y me rasco, y me afeito, y me corto -solo me faltaba ya tener un aborto.
Coro de pringados: “Esto es demasiado,
No sólo cornudo, sino apelado”.
Y cuando decido terminar con esta mierda a puntito de ahorcarme, “me se” rompe la cuerda y, en lugar de alegrarme, me quedo con las ganas de viajar al infierno por aquella ventana; y dicen los del coro: “Todo un caballero
No salta al vacío desde un piso primero”
Y a patita desemboco en la plaza de Santa Ana para hacer barra fija en otra discoteca infestada de guiris, bolingas, taquimecas, y e arrima a mi vera una petarda faltona diciendo que es amiga de Panchito Varona:
“Tienes pinta de buena persona en busca de un poco de rollito canalla
¿Verdad que me vas a invitar a una raya?”
“Ojalá tuviera, preciosa, te juro por la gloria de mi madre que vengo sin un duro”.
“Pero anima esa carita tan seria que estás en tu noche de suerte, chaval”.
Y, en mitad de un histérico ataque de histeria, aterrizo en la pista sin poder escapar del olor de los cuerpos
-Sudando, Sudando- del calor de las luces
-Girando, Girando- de mis piernas temblando, de mi boca gritando: “Eso no, eso no, por favor, ten piedad, ¿no comprendes que yo no sopor…, no sopor…,
no soporto el rap, no soporto el rap, no sopor…, no sopor…, no soporto el rap?”.

1 comentario

berni j. menchón -

muy buena selección de canciones. sí señor. (señora es este caso). Me ha gustado mucho el diseño de tu blog, y como lo utilizas para desahogarte. bien hecho. si te quieres dar una vuelta por mi blog serás bienvenida, y si quieres dejar un comentario, más todavía!! un beso!